lunes, 19 de abril de 2010

Touch of Evil



Muy señor@s míos. Lo primero que hay que aclarar es el título de este artículo. Érase una vez el cine. El cine se expandió y grandes obras traspasaron fronteras, idiomas y culturas. Pero mira tú por donde, apareció en la faz de la Tierra por obra de nuestro señor una raza muy curiosa, la de los traductores de nombres de películas. Nombres de grandes filmes eran cambiados por la necesidad de protagonismo de las personas que trabajaban en nuestra inmensa piel de toro llamada con orgullo patrio ESPAÑA (o tal vez por la ingesta de alcohol por parte de los mismos). Llegó el año 1958 y se estrenaba una obra realizada por el reconocido actor y director Orson Welles. Una película rompedora para su momento, con un gran inicio en travelling de más de 5 minutos e iniciadora del estilo cineasta conocido a posteriori como manierismo. Esa película se llamó Touch of Evil.

Bien. Llegados a este punto, yo me planteo… ¿Por qué mierda se llama Sed de Mal en castellano?


Este comienzo sólo es el preludio innecesario para hablar de algo que nos rodea en todos los momentos de nuestra corta e insignificante existencia. De lo que estoy hablando es del TOQUE.

Se han oído rumores de que el toque es más que una palabra, es una religión. El problema es cuando se blasfema y se usa el nombre del toque en vano. A partir de ahora no habrá ese problema.

Cuando la tierra solo era un salvaje páramo y el hombre aun no tenía la capacidad de comunicarse completamente desarrollada, surgió un ruido proveniente de la garganta de algún homínido con ansias de evolución rápida. Una expresión de júbilo y jolgorio. Era una expresión de inusitada felicidad momentánea. Tal vez fuera por la caza de algún mamífero de gran tamaño o porque alguna fémina había consentido a la aproximación o incluso a la cópula. El caso es que se oyó por primera vez el hasta ahora silencioso “TOQUEEE!!!”.


A lo largo de los siglos el ser humano ha evolucionado como especie y ahora usa el TOQUE en otras situaciones. Puede que en la celebración de un tanto de su equipo favorito o si una dama consiente relaciones… bueno, tampoco se ha evolucionado tanto.

El caso es que este es el TOQUE de entusiasmo, llamémosle el TOQUE 1. Sin embargo no todo es un sendero de rosas. Existe una variedad contraria, llamémosla la variedad de TOQUE 2, o como propongo con el título de este artículo y para cerrar el círculo, EL TOQUE DEL MAL (o del diablo, lo dejo para creencias propias).

Una persona vive feliz el transcurrir del día sin sobresaltos pero el destino, el determinismo cósmico, el demiurgo o peor aun, el libre albedrío de otra persona provoca una situación de TOQUE espectacular. Está nuestro protagonista mirando las listas de notas que su admirado profesor ha dejado a la disposición de sus alumnos cuando encuentra su nombre y calificación. A pesar de que lo él está leyendo es “Suspenso/0/No apto”, lo único que puede ver en mayúsculas, negrita y subrayado es "TOQUE". Sale del lugar y se dirige a la cafetería más cercana a hacerse un coffe que le despeje y le suba la moral. Cuando se dispone a pagar de manera rauda por la presión insistente de los que le siguen en la interminable cola, se da cuenta de que su cartera está vacía. En ese momento, y con la cara de un conejo al que le han hecho las largas, sólo puede pensar “TOQUE”. El día continúa y después de otras desastrosas situaciones, el inquebrantable héroe se planta ante su deseada pretendida. Después de varias semanas sembrando la relación, se plantea recoger los frutos de su esfuerzo. Pero como no podía ser de otra manera, la única respuesta inteligible ante las excusas negativas tales como “en este momento no puedo” o “acabo de salir de una relación” o “yo lo que quiero es que seamos amigos”, es “TOQUE” (aunque siempre es preferible un TOQUE así que uno en el que te digan “¡Métete el dedo en el culo y vete andando hasta la Mata!”, pero para que eso pase tienes que ser un Master).



Conclusión: usadlos bien y no los confundáis, porque no es lo mismo un TOQUE jubiloso que el TOQUE DEL MAL.

Bourbon

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el valor de un hombre no se mide por su fuerza ni su inteligencia, sino por cuantas veces se levanta a causa del TOQUE DEL MAL......Bourbon no decaigas

Anónimo dijo...

cochina mentira¡¡¡
el valor de un hombre se mide por el poderío de su semilla del mal, veneno, etc., (el resto de sinónimos han sido censurados por la corrupta maquinaria del webmaster).
En mi caso mi valor en una escala logarítmica es menos igual a -400; debido a la ausencia de cola en mis gametos (no recuerdo el nombre técnico).

xxx para mis queridos y amados discipulos.

KEVLAR