viernes, 22 de abril de 2011

GLÁSNOST

¿Qué hay de nuevo adictos al mortirolo? Ha pasado ya casi un año desde nuestra última publicación y ya es hora de volver a plasmar nuestras desdichas para compartirlas con todos/as vosotros/as.

Llevo ya un tiempo escuchando una frase que se ha extendido entre los países de la Europa occidental a raíz de la caída del muro de Berlín allá por noviembre de 1989 y que supuso la extinción de los países comunistas de la Europa Oriental y con ello la apertura y adhesión de los mismos a la UE. Dicha frase es la siguiente: “fue caer el muro y venir hasta el frío”. De ella se deduce que una ingente población de inmigrantes se han instalado entre los países capitalistas para así prosperar no solo a nivel económico sino también social. Y es en este campo de lo social en dónde he observado un fenómeno cada vez más extendido entre la población los llamados “matrimonios mixtos”.

¿Y qué son los matrimonios mixtos realmente? ¿Qué se esconde bajo el prisma de ésta unión? Mucha gente piensa saber las respuestas a estas preguntas, pero ¿saben el trasfondo de las mismas? Amigos/as del mortirolo yo os daré las respuestas verdaderas a éstas preguntas que tanta problemática levantan.

La mayoría de la sociedad ve con muy malos ojos este tipo de relaciones, basándose en que las mujeres (y algunos hombres) procedentes de estos países del este vienen solo en busca del dinero fácil y obtener permisos de residencia, etc…En definitiva a chantajear y a aprovecharse de la buena fe del marido (o mujer) en cuestión. Y yo digo que eso es FAARRSSOO, que dichos matrimonios son fruto del AMOR VERDADERO. Y si no que les pregunten a los protagonistas en cuestión, porqué yo lo he hecho. Sí sí sí he entrevistado a un matrimonio mixto y ésta es su historia (leer con voz de locutor a partir de aquí).



Manolo D.G (vamos a conservar el anonimato de los apellidos), “Manolillo” para sus amigos, es el típico hombre rechazado por las mujeres. Su belleza es singular, calvo aunque con pelo a los lados y coronilla, bajito de estatura (entorno al metro cincuenta y cinco) con 95 kg, ojos de sapo, nariz rechoncha, boca ligeramente torcida a un lado, su cuerpo es cubierto de mucho vello. En fin, que no es Brad Pitt, pero no es para que sea tratado como un apestado. Ello le ha impedido el poder relacionarse con personas de cromosoma XX a pesar de su simpatía y por ello las constantes negativas por parte de las féminas le han causado un trauma. Su desdicha es tal que hasta su psicóloga en lugar de ayudarlo lo quiso hundir aún más y justo cuando pensaba que el ahorcarse era la mejor solución, tuvo un sueño (he had a dream, emulando las palabras de Martin Luther King en su discurso I have a dream)y se propuso cumplirlo.

Recorrió multitud de lupanares, y en uno llamado GLÁSNOST regentado por ex miembros del KGB encontró a la que hoy en día es su amada mujer. Una belleza, diosa caucásica de metro ochenta y piernas de infarto de mirada hechizante se le acercó y le dijo: “¿tú querer danzar con cuerpo mío?” y Manolillo como buen macho dijo que sí, la agarró por la cintura, se dejaron llevar por la pasión y sintieron la llama del amor (flames of love). Y al estilo Richard Gere en Pretty Woman Manolillo sacó de ése prostíbulo a Irina Timosencho.

El matrimonio de Manolo e Irina es como cualquier otro matrimonio con algunas particularidades que ahora os describo: De las labores del hogar se encarga Irina como buena esposa, cocina, limpia, etc… y se saca un dinero extra haciendo trabajos comunitarios con los maridos de las vecinas y gente del barrio, a los que atiende amablemente cuando vienen en busca de sal. Por su parte Manolo trabaja 14 horas compaginando diversos trabajos para llegar a fin de mes, de los cuales en ninguno está dado de alta.



Al llegar a casa se le iluminan los ojos al ver a su amada esposa y a los hijos de ésta que vinieron al poco de casarse. Tres buenos hijos que quieren mucho a Manolo. Sus nombres son Fedor el mayor de 11 años (más alto y fuerte que Manolo) Boris el mediano de 9 años, y el pequeño Vasily de 5 años. Ellos juegan a los típicos juegos de padres e hijos, es decir, practican técnicas de interrogatorio con Manolo amenazándole con diversos objetos punzantes, atándolo de pies y manos a la silla, o le dan masajes en el cuerpo hasta propiciarle cardenales que dan color a su blanca piel. Compaginan esas caricias al tiempo que le cantan canciones de amor (en el idioma de los antiguos zares claro está) lo que enriquece culturalmente, al tiempo que usan cariñosas frases del tipo: “gordo, cabrón, nosotros matar si tú no dar dinero para comprar chuches”. Irina que es comprensiva, da amor carnal a su marido todos los días previo pago para no perder la costumbre y para hacerle sentir querido 5 minutos y recordar esa llama del amor que les unió y que les sigue uniendo.

Bien amigos/as así queda demostrado que los matrimonios mixtos funcionan que son fruto del amor verdadero y que son ejemplos de concordia y unión entre gentes de diferentes culturas. Desde aquí hago un llamamiento a todo hombre que se sienta hundido y que no vea salida a su vida amorosa que no pierda la esperanza, que acuda a lugares de amores pagados (lupanares, etc…) pues pueden ser los próximos Richard Gere de la sociedad. Que no teman al qué dirán, pues todas esas injurias serán fruto de la envidia.



P.D. ¡VIVAN LOS AMORES DE 5 MINUTOS Y LA UNIÓN ENTRE INMIGRANTES!
Chinchimaster

We're back


No, no somos los Cazafantasmas, pero como ellos... ¡Hemos vuelto!

Después de un tiempo de reflexión y vivencias estamos aquí para contar nuevas historias de Mortirolos. De dos para ser concretos. Sí, porque esa es la esencia divina de la felicidad y la soltura que no llega hasta el abatimiento.

En fin, repito, como los gritos de "Al cielo con ella" en la semana de la religión de la cruz, como una copa que hacía años que el Bernabeu no veía, como los remakes de películas de los 80 que inundan nuestra cartelera...

WE'RE BACK!



P.D. Cazafantasmas 3 llegará al cine a finales de 2012 o 2013 (si es que el mundo no se ha acabado) con los mismos protagonistas que las anteriores.