sábado, 13 de marzo de 2010

La decisión



Tengo una duda que me acongoja el espíritu. Es algo que se me ha ocurrido en mis momentos de divagación diarios. ¿Que si estoy perturbado? Puede.
Aviso para navegantes, el tema que voy a tratar puede no ser del gusto de todos nuestros amados lectores. En ocasiones hay temas que molestan a cierto tipo de personas por no ser demasiado... tratados en público. Pero éste es el momento.

Hace ya unos cuantos años, una gran pensadora y comunicadora (los sarcasmos van por cuenta del lector), dijo en el reputadísimo (ja!) programa de Gran Hermano es su edición... vale a tanto no llego, que era completamente normal desbeber en la ducha. Para los no entendidos, ésta es una manera sutil de decir mear, miccionar, orinar, dejar el chorro, cambiarle el agua al canario o hacer llorar amarillo a tu pequeño casco alemán.

Tal declaración no me produjo sorpresa, pero se ve que eso es algo que está mal visto entre las damas, lady girls y similar. El funcionamiento de su aparato de aguas menores no es tan evolucionado como el masculino y si se procede al acto de pie, la sensación de calor puede recorrer la pierna de manera que el agua caliente que sale por el telefonillo de la ducha puede parecer venida directamente de un glaciar.

Todo esto me ha hecho pensar en una situación en la que para el hombre, que no tiene el problema de las mujeres y que por tanto desbebe con total normalidad y naturalidad debajo del chorro cristalino de la ducha, es altamente vergonzoso y puede incluso acarrearle problemas sociales.


Pongámonos en situación. Los astros se han alineado. Estás con un ente del género femenino. Ella se encuentra en una situación de predisponibilidad hacia ti. Pero por cuestiones del destino ella quiere darse una ducha antes de realizar las convenientes salidas nocturnas que excusan sus interiores intenciones amatorias ante las habladurias de la gente. Tú, como siempre haces, le propones a modo de broma (pero siempre hablando en serio y con la esperanza de que diga que sí)acompañarla en su aseo pertinente. Como ya he dicho antes, los astros se han alineado y ella, con una sonrisa pícara acepta tu propuesta.

No puedes creértelo, suerte que estabas preparado para esta situación tan rebuscada. Te desvistes e intentas parecer mejor de lo que tu cuerpo dice qu eres. Ella, tan elegante, se quita la ropa con facilidad y mete su cuerpo desnudo en el habitáculo. Pero se acerca el momento crucial.



No todo podía ser bueno. En ese momento, años de costumbre de desbeber en la ducha llegan a tu ser. A pesar del momento de excitación que puede que recorra tu cuerpo, la denomiada como llamada de la selva, aunque en este caso sería más bien la putada del siglo, hace que en lo único que pienses sea en eso.

Lo sabes, está mal visto. Ella se morirá del asco y querrá dejar de verte.
Y aquí está mi pregunta: ¿Qué hacer en esa situación? ¿Se debe aguantar como un machote aun a riesgo de explosión renal? ¿Deberías decir "un momento que tengo que estar a solas en el aseo" y quitarle toda la magia y su inusitado interés por ti? ¿Debes hacer lo que ha hecho desde que hace años Mercedes Milá lo dijera por la tele a riesgo de darle y crear la situación más tensa de tu vida y que marcará tus relaciones sociales para siempre?

Aquí dejo este enigma que no tiene solución, pues todas las respuestas están mal y de la que la presentadora de Gran Hermano es culpable... bueno, y esa manera de vivir del hombre.

Bourbon

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda anda y anda, que menudo grado de perturbación, digno del mismo chinchi en sus reflexiones más etilicas.

Espero que el proximo post no sea como defecar al aire libre :) kevlar y luego dicen de ti

Unknown dijo...

jajaja me meo! (ironic)

Anónimo dijo...

Zeus lo hizo con Dánae..jejeje, asi que es podemos considerarlo como forma de amor...la lluvia dorada claro esta.... jejejeje,