martes, 16 de agosto de 2011

Estrategias de posicionamiento ofensivo



“Esta noche haremos el amor bailando”, rezaba aquella pegadiza canción de verano que seguro contribuyó al nacimiento de alguna criatura (no) deseada. Pero, ¿qué pasa cuando uno no puede bailar? Y no, hamijos, no me estoy refiriendo a aquella mujer reparte-flyers (una de tantas) a la que nuestro querido correligionario Vortex se acercó una vez con salaces intenciones y que le rechazó; dejando un amargo recuerdo en su memoria. Me estoy refiriendo a mí mismo.

Debido a mi condición de deportista de elite, he tenido diversas lesiones, prácticamente todas relacionadas con los dos centros de erotismo más importantes del cuerpo, los pieses. En concreto, los tobillos. ¡Ay! ¡Cuántas alegrías me han dado! Recuerdo una vez, siendo joven, que una semana antes de un viaje a la nieve me hice un esguince – en realidad dos, uno externo y otro interno -. ¡Qué alegría amigos! Pero por entonces el único que sexo que practicaba era la autosatisfacción, así que tampoco me supuso nada realmente grave.



El problema, afortunadamente, llegó. Como supondréis, me he seguido haciendo esguinces. Y, ¿cómo mantener satisfecha a tu señora cuando tienes una pierna escayolada hasta la rodilla? Peliaguda cuestión. Podríanse sugerir varias soluciones orales, así como colutorios y otros enjuagues bucales, pero eso sería casi peor porque, afrontémoslo, ellas no disfrutan tanto como nosotros en ese momento. Así pues acabaría sin novia a causa de un malhadado tobillo. ¡Qué terrible disyuntiva!

Por tanto, decidí emprender una búsqueda de diferentes posturas que me permitieran paliar este defecto físico tan transitorio como molesto. La búsqueda dio ciertos resultados:

1. The Gym King: ¡Cuántas veces no hemos visto a nuestros héroes entrenarse en el gimnasio! Hemos visto cómo hacían flexiones de brazos con esa cámara que les enfocaba a la cara, toda transpirada, mientras los pies aparecían casi en el punto de fuga de la imagen. Diríase que casi tenían solamente un punto de apoyo, para así completar los tres puntos que definen un plano, y no cuatro, como tendríamos los humanos normales. Pues bien, de esto se trata. Coja usted su pie accidentado, colóquelo por encima de su otro pie de modo que el empeine escayolado se encuentre en contacto con el tendón de Aquiles del pie sano. De este modo, puede usted hacer fuerza con los dos pies –sobre todo en ese momento-, que será perfecto y no le supondrá ningún problema a su tobillo. Nota: la posible variación apoyando las rodillas no es tan cómoda como pueda parecer. El momento flector que se da en la rodilla derivado del peso de la escayola no es recomendable.
2. The falling dog: Afrontémoslo, aunque les parezca denigrante a veces, la postura del can gusta a las féminas. Se alcanza a alumbrar con el sable de luz sitios a los que otras técnicas no permiten llegar. Pero, con un tobillo doblado y escayolado es bastante difícil pues, ¿qué hacer con ese momento torsor que afecta a nuestro tobillo y a nuestra pierna en general y que impide el normal disfrute? Fácil solución, si se dispone de una cama, acérquese usted al borde de modo que su tobillo sobresalga de la cama. Esta postura es un tanto incómoda para el caballero por dos motivos; uno, la sangre se acabará acumulando en el tobillo, acabará uno notando los latidos más en el tobillo que en otras partes del cuerpo, y dos, debido al movimiento requerido, ¡cuidado con los resbalones! ¡Pueden ser fatales!
3. The King’s Chair: Todos lo sabemos, cuando uno está tullido, todo el mundo debe esforzarse por hacerle la vida más fácil, porque después podrás jugar o bien con su silla de ruedas o bien con sus muletas. Pues bien, esta postura se convertirá en la más socorrida y, si bien ejecutada, de las preferidas. Túmbese en la cama, y deje que ella lo haga todo. Punto.
Nota: No es recomendable levantar las piernas, ni apoyar solo los pies, pues si su pareja tiende a tirarse un poco hacia atrás su tobillo se acabará resintiendo, pues será su pierna la que absorba las embestidas y no su cadera. Si así lo desea (yo así lo recomiendo), puede poner un cojín debajo de su maltrecho tobillo para tenerlo un poco sobreelevado respecto de su rodilla. Eso favorecerá la circulación y una temprana recuperación.

Y eso es todo lo que tengo que decir acerca de ese tema.

Por otra parte, no me gustaría despedirme sin recomendarles una gran actriz que ya cuenta con una gran proyección internacional y con gran reconocimiento en su país de origen: Hitomi Tanaka. Quedaos con ese nombre porque dará mucho de qué hablar en los corros de entendidos del cine.

Minichinchi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta el nivel pertur que estais alcanzando.me tienes que contar quien fue esa reparteflyers que me rechazo que no la recuerdo.han sido tantas en la vida. Vortex