República bananera

Ante la ingente cantidad de personas que me procuran las mismas preguntas, día sí y día también, voy a responder a los “¿qué tal te va todo?”, a los “¿cuéntame tus novedades?” y a los “Es cierto que estás esperando a que suceda un walking dead para ser feliz?". Por eso he decidido usar esa gran herramienta de comunicación que es el papel higiénico del baño químico de la obra y así poner fin a esta historia.

La gente es cotilla, eso es así. A la gente le mola saber qué tal estás. Y si eres una piltrafa y sufres más que un EMO pues mejor. Porque, queridos amigos, no hay nada que refuerce más la moral de un humano que ver a otro humano en la mierda. Dicho queda.


Bueno bueno. Una vez esmentado lo anterior y partiendo de la base que poco a poco empiezo a sentir la llamada kevlar, esto es tender a sintetizar las cosas y ser muy cortoplacista y todo lo que no sucede en un femto segundo de rabia (creo que a las mujeres les pasa al contrario), he decidido concretar mi experiencia y observación de los últimos meses como inmigrante en 4 puntos. Estos son: espacio-tiempo, comida, gente/ trabajo y conclusiones.

Por favor, si eres italiano no lo leas. No te va a molar. Tú sigue viendo Mediaset premium y pensando que el Calcio es tu vida.


ESPACIO-TIEMPO

La primera cosa que uno se da cuenta cuando llega al país de la bota, y más concretamente al norte del mismo, es la diferencia brutal que existe entre el horario del imperio y el de la república. Aproximadamente, y sin saber muy bien el porqué, existen entre 2 y 4 horas de diferencia en casi todo. Situación extraña puesto que ambos paises se encuentran en el mismo uso horario. Me explico.
En españa se come de 14 a 15 horas. Aquí de 12 a 13.
El telediario en España lo hacen a las 21 horas. Aquí a las 19 h.

No sé muy bien porqué, pero cualquiera con dos dedos de frente y un máster en tomología hiperbólica sabe que si perdemos de 2 a 4 horas diarias, al final del año habremos perdido un mazaco(término para los profanos) de horas y eso no es nada bueno.

Este retraso horario hace que Italia se encuentre aproximadamente en el año 54 y que por ello su gente viva en esa época. Puesto que Italia pertenece a la UE, de vez en cuando, vienen personas de otros países. A veces incluso son homosexuales o de raza negra o también puede ser que los dos. Y digo esto porque no es raro ver la situación de dos pobres gayers extranjeros (casi siempre holandeses que son los más osados), refugiándose en cualquier agujero siendo perseguidos por los lugarenos que les apedrean, les lanzan sus propias heces o, en los peores casos, usan catapultas con bolas de fuego contra ellos al grito de ¡Viva Padania!

Sin ser un gran experto, se puede llegar a la rápida conclusión de que alguien extranjero y noble como yo, nunca será bienvenido en un lugar como éste y, por supuesto, mucho menos si tienes la intención de robarles un puesto de trabajo.


COMIDA

Si le preguntas a una persona de a pie de cualquier nacionalidad por un estereotipo italiano, lo más probable es que no sepa que quiere decir la palabra estereotipo. Pero si tienes suerte y te sales de la facultad de relaciones laborales, es probable que te digan: La mafia, la moda y "PASTA Y PIZZA".


Sí amiguetes, a todos nos gusta de vez en cuando un plato de pasta o degustar una pizza con los colegas mientras vemos a Messina dilapidar al Madrid. Pero el problema es que aquí eso es la base alimenticia.

Dejando aparte los precios imposibles que tienen pescados carnes y verduras, el italiano medio come pasta, pizza o las dos al menos una vez al día. Sí, he dicho al menos. Es decir que hay gente que moja los espaghetis en el Colacao para desayunar :).

Esta cantidad ingente de carbohidrato en sangre produce un nivel de idiotez que porta a los italianos a votar de manera compulsiva a líderes políticos corruptos, a desparramar la basura de forma caótica por las ciudades y a repetir sin cesar inumerables términos sajones(nomination, location, touch screen, shopping, cash, etc...).


GENTE/TRABAJO

Qué decir de un pueblo que elige sin coacción como presidente a un mafioso octogenario adicto a la Viagra y que hace fiestas con prostitutas. Ahí lo dejo.

Por lo que confiere al mundo laboral, he de decir que en estos meses me he convertido en un verdadero experto en el proceso de búsqueda de trabajo y posterior patada en el culo. Después de ser rechazado en inumerables ocasiones de todos los trabajos posibles, incluso de aquellos más indecorosos (ya sea sexador de iguanas y empujador de gente en el metro), he conseguido un bellísimo puesto como ingeniero de hacer fotocopias y limpiador de pozos ciegos. Es un puesto muy polivalente como podréis observar por el nombre. Principalmente consiste en estar sentado en una oficina una media de 11 horas diarias, ser rociado con mierda de toda textura, densidad, olor y color mientras soy golpeado con un látigo de 7 colas marca Gucci. Todo esto al mismo tiempo que escucho en jerga romana las bellas críticas que me hace el doble bastardo de gollum. Y os preguntaréis, ¿qué cojones tiene esa agonía eterna de bueno... hijo de puta? Muy sencillo, que no estoy haciendo stage(fórmula italiana por la que se contrata a un joven que realiza el mismo trabajo que un sénior pero no cobra. Las típicas practicas espanolas pero a lo bestia).
Muajajaj jaja. Cuán afortunado soy.

¡¡¡LIBRE MERCADO!!! ¡¡¡LIBRE MERCADO!!!



Bueno, perdonad mi emoción ante mi situación laboral.


CONCLUSIÓN

Después de leer el artículo algunos podréis pensar o decir, "pues yo estuve en Italia de viaje de placer y no era así, mentiroso hijo de puta". Bueno, sólo deciros que no tenéis ni puta idea y que en un viaje de placer, ya lo dice la palabra "placer", te puedes ir a Birmania a Burundi o a cualquier país que esté en guerra, que si te vas de vacaciones siempre lo pasas en grande y lo das todo. ¡Copón!

Para despedirme, recomendar a todos el venir a Italia, de vacaciones claro está. Y cuando estéis aquí comprad el cristalico de murano en Venecia, la figurita del coliseo en Roma e intentad tocar algo de molla a una modelo antes de que os apalice el segurata de la disco en Milán. Pero queridos amiguetes, el imperio es el imperio y como tumbado en la playa del Carabassi no se está en ningún sitio.



QUEDA DICHO

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