lunes, 3 de diciembre de 2012

Homo Grumo

Gruuumo, soñé por un momento que era gruuuumo, un líquido viscoso, denso y negro sólido al contacto, gruuuumo (este encabezamiento leerlo cantando como el estribillo de la canción de Mecano Aire, asi lo entenderéis mejor).
Sí amigos, fieles seguidores de los preceptos kevlarianos y de los placeres del Mortis, anoche soñé que todo Yo era Grumo. Me levanté sobresaltado del lecho de ortigas en el que dormía, creyendo estar viviendo una metamorfosis como sí del mismísimo Gregorio Samsa (de Kafka) se tratase. Sin embargo que esta vez en lugar de transformarme en cucaracha, lo estaba haciendo en un líquido espeso de color negro, que no era fuel, y que desprendía un olor a leche caducada.
Entonces, ¿qué demonios me estaba pasando? ¿A qué se debía mi transformación sin causa aparente? Todo tiene una explicación lógica, ¿no? Entonces reflexioné, fui a la cocina, abrí el armario de los medicamentos (algunos los guardan en el baño) ingerí el jarabe para la tos de camioner y acto seguido encendí un cigar ruso sin filtro. Así entre calada y calada (al estilo Conlon) y seguí los preceptos kevlarianos para encontrar respuesta a mi transformación.
Las horas pasaban y más cigars me fumaba, pero la respuesta no hallaba. Entonces mis oídos escucharon una canción que guardaba en memoria: “La Conga de Gloria Estefan & Miami Sound Machine año 1984”. Esto hizo de nuevo activar mi cuerpo y comprobar que el Grumo reaccionaba recorriendo mis venas y arterias, haciéndose dueño de mis articulaciones, dominando mis impulsos, y ¡Eureka! Hallé la respuesta. Aspire una última calada al sexagésimo cigar y: “Cogito ergo Grumo” “Homo Hominis Grumo”.

Sí amigos, todo somos Grumo. El hombre es grumo para el hombre. Ya seas Lémur, Boyer, Inver, o el mismísimo 007, todos absolutamente todos, somos Grumo. Vive dentro de nosotros desde el mismo instante en que somos creados, germinados. No obstante dependiendo de la personalidad y carácter del sujeto dicho líquido latente en nosotros se manifestara de una forma u otra, adaptándose a las situaciones, evolucionando.
Desde el instante en que germinamos, el Grumo se apodera de nosotros. Durante los primeros años de nuestras vidas éste permanece latente, oculto, sin manifestarse. Pero llegados a una edad en la que nuestros cuerpos empiezan a experimentar cambios fisiológicos, el Grumo se hace más y más fuerte. Se activa y despierta de su estado “catatónico” para así llevar a cabo su propósito, su finalidad máxima, la de controlar nuestros actos más primarios y ser expulsado en distintas y variadas formas. Al fin y al cabo, quiere dejar huella y nada ni nadie se resiste a ser cubierto por éste líquido.
Como dije antes el Grumo se comporta de diferente forma o modo atendiendo al carácter y personalidad del sujeto. Yo distingo 2 grupos principalmente (si hay alguien que pueda aportar otro o más grupos estoy abierto).
El primero corresponde a la estirpe de los llamados Putos Amos o Machos Alfas en los que podríamos destacar a Brad Pitt, David “Loreal” Beckham, Don Jonhson (en Corrupción en Miami), Michael Douglas, 007 etc… Éstos nacieron con la capacidad de expulsar el Grumo sin esfuerzo, a diario (y varias veces), controlándolo y siendo conscientes de que no se ven forzados a recurrir al Mortis para calmar las ansias del elemento.
En cambio sí perteneces al segundo grupo, al del común de los mortales, el reparto cuerpo a cuerpo supone un esfuerzo y astros se deben alinear para llegar a culminar la tarea. Es por lo tanto normal dejar chivato en la ropa interior, acartonándola como si de pana fuera (aun siendo de otro material textil). Esto supone el pan nuestro de cada día, pero no temas, el Grumo (al que algunos llaman Venom) hará contigo lo que quiera. Te perturbará la mirada, moverá tu cuerpo como yoyó, hará que tu boca solo emita sonidos guturales. Si esto es así, recurre al Mortis para apaciguar a la Bestia que llevas dentro y, sí por un casual, los astros se han alineado y te han escogido para que repartas amor con una fémina podrás demostrar (le) lo que llevas dentro asombrándose de la expresión de amor culminada en: Big Bang Grumo y en Geiser Grumo.

Be Grumo my Friend

Chinchimaster